A 20 años del NO: Los desafíos a futuro.
Los jóvenes de estos tiempos, aquellos que tienen entre 15 a 17 años, nacieron en democracia, en aquella época inicial en donde la situación aún era delicada, después de la Dictadura. Muchos de estos jóvenes, y los de los cuales nos incluimos, no luchamos en contra de la Dictadura, porque tal vez teníamos dos o tres años o ni siquiera éramos proyecto para nuestros padres. Pero tenemos claro en nuestras conciencias cuánto significó la perdida del estado democrático de derecho, aunque nosotros no vivimos en carne propia los embates de la dictadura ni participamos del plebiscito de 1988. Lo que no obsta a que tengamos muy presente en nuestra mente el recuerdo del gran esfuerzo que realizaron muchos chilenos para recuperar la democracia, y que tengamos como un deber ético la obligación moral de recordar este período de la historia porque sabemos el enorme esfuerzo y sufrimiento que significo emprender el camino a la democracia.
Puede resultar complejo analizar la existencia y la misión fundamental de la Concertación, pues se creó con la finalidad específica de devolver la democracia a Chile. Hoy en día, el fin último de la coalición gobernante, se ha perdido en todos los sentidos: la identidad, su mística, como se lo conoció, un grupo unido. Todo esto, repercute, en el sentido de que los jóvenes no se interesen en política, se sienten alejados de los grandes proyectos. Si no se renuevan los proyectos, si no llega savia nueva a los grupos desgastados, entonces, lamentablemente, la coalición estaría condenada a desaparecer. Y eso, que tampoco la Alianza tiene proyecto político a futuro. Los diversos partidos se unieron dejando atrás sus naturales diferencias para alcanzar el objetivo de devolver la Democracia a Chile, pero ahora el panorama es completamente distinto, y se vienen desafíos fundamentales para la sociedad chilena tales como: alcanzar el nivel de un país desarrollado, otorgar más oportunidades, erradicar la pobreza y muchos más. Si el proyecto político a futuro no encuentra un fundamento esencialmente renovador y que sea capaz de unir a todos los sectores progresistas no se llegará a buen puerto. Ya es hora de que todas las tendencias dentro de la concertación encuentren su idea fuerza y salgan adelante y para esto el trabajo de los jóvenes, los universitarios y la sociedad toda es vital.
La concertación evidentemente se ha desgastado, su norte se ha visto desvirtuado estos últimos años, se han creado muchas confianzas entre pocos, acuerdos para conseguir poder, pactos para no molestar, etc. No podemos negar estos hechos, pero tenemos la esperanza de que es posible cambiarlos para darle el nuevo giro que necesita, porque estimamos que la Concertación es mas necesaria que nunca.
Es necesario imbuir de nuevas ideas a este proyecto político, darle nuevos aires para que pueda afrontar el futuro, por que es la única que esta preparada para avanzar en democracia, en solidaridad, en fin para lograr por fin una sociedad de garantías donde lo básico no le sea privado a nadie, ese es el objetivo de la Concertación, y solo podrá afrontarlo ella, solamente si realiza los cambios necesarios. En cambio la Alianza no ha demostrado capacidad propositiva, no ha podido interpretar los ideales de la mayoría, y solo ha servido para torpedear, atacar, y entorpecer el trabajo de las reformas impulsadas por la concertación. Por eso es urgente el cambio de las estructuras profundas del pensamiento que nos va a cohesionar hacia el futuro, nos va a devolver la confianza en nuestro proyecto y sobretodo en nuestra identidad que tanto se ha ido escabullendo, en definitiva si somos capaces de tomar las herramientas necesarias podremos construir nuestro destino y el destino de nuestra patria hacia la solidaridad, la paz y la justicia.
Puede resultar complejo analizar la existencia y la misión fundamental de la Concertación, pues se creó con la finalidad específica de devolver la democracia a Chile. Hoy en día, el fin último de la coalición gobernante, se ha perdido en todos los sentidos: la identidad, su mística, como se lo conoció, un grupo unido. Todo esto, repercute, en el sentido de que los jóvenes no se interesen en política, se sienten alejados de los grandes proyectos. Si no se renuevan los proyectos, si no llega savia nueva a los grupos desgastados, entonces, lamentablemente, la coalición estaría condenada a desaparecer. Y eso, que tampoco la Alianza tiene proyecto político a futuro. Los diversos partidos se unieron dejando atrás sus naturales diferencias para alcanzar el objetivo de devolver la Democracia a Chile, pero ahora el panorama es completamente distinto, y se vienen desafíos fundamentales para la sociedad chilena tales como: alcanzar el nivel de un país desarrollado, otorgar más oportunidades, erradicar la pobreza y muchos más. Si el proyecto político a futuro no encuentra un fundamento esencialmente renovador y que sea capaz de unir a todos los sectores progresistas no se llegará a buen puerto. Ya es hora de que todas las tendencias dentro de la concertación encuentren su idea fuerza y salgan adelante y para esto el trabajo de los jóvenes, los universitarios y la sociedad toda es vital.
La concertación evidentemente se ha desgastado, su norte se ha visto desvirtuado estos últimos años, se han creado muchas confianzas entre pocos, acuerdos para conseguir poder, pactos para no molestar, etc. No podemos negar estos hechos, pero tenemos la esperanza de que es posible cambiarlos para darle el nuevo giro que necesita, porque estimamos que la Concertación es mas necesaria que nunca.
Es necesario imbuir de nuevas ideas a este proyecto político, darle nuevos aires para que pueda afrontar el futuro, por que es la única que esta preparada para avanzar en democracia, en solidaridad, en fin para lograr por fin una sociedad de garantías donde lo básico no le sea privado a nadie, ese es el objetivo de la Concertación, y solo podrá afrontarlo ella, solamente si realiza los cambios necesarios. En cambio la Alianza no ha demostrado capacidad propositiva, no ha podido interpretar los ideales de la mayoría, y solo ha servido para torpedear, atacar, y entorpecer el trabajo de las reformas impulsadas por la concertación. Por eso es urgente el cambio de las estructuras profundas del pensamiento que nos va a cohesionar hacia el futuro, nos va a devolver la confianza en nuestro proyecto y sobretodo en nuestra identidad que tanto se ha ido escabullendo, en definitiva si somos capaces de tomar las herramientas necesarias podremos construir nuestro destino y el destino de nuestra patria hacia la solidaridad, la paz y la justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario